
Ayer tuvimos la oportunidad de rodearnos de ancestros y actuar por primera vez, en presencia de un emperador romano.
Por suerte, nuestras arbequinas fueron de su agrado...tanto que ahora, Augusto tiene una cabeza de muñeca y la pequeña abuela, un cuerpo de emperatriz.

1 comentario:
¡que envidia!
¡que grande eres!
Bali
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