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miércoles, 22 de julio de 2009

VARIACIONES SOBRE UN VALS DE STRAUSS


Mi buen amigo Antonio Soriano y yo solemos tener largas charlas acerca de lo humano y lo divino.

Y como siempre hay algún cacharro sobre la mesa, suele ocurrir que caen en manos inquietas y son destripados, arreglados o , como hizo Antonio con esta cajita, transformados en otra cosa.

Esto es lo que le ocurrió a una cajita melancólica el día en que nos dimos cuenta de toda la tristeza que vivía en ella y que, de alguna manera, se estaba instalando por los rincones de mi salón...


2 comentarios:

Carne de Perro dijo...

Hola minimalista!

Parece que el verano inspira pelis de carretera...

Te paso un ejercicio imperfecto de mi propia cosecha. Bastante imperfecto. De hecho aún no está terminado.

La mujer tranvía dijo...

Precioso, con tu sello inconfundible.
No permitas que la tristeza se instale en tu hogar además seguro que no paga el alquiler.
Un besazo!!!